Cuando la tristeza llegue…

Hoy quiero escribirte sobre eso que nos llega a todos, no importa tu status, no importa a qué te dediques, no importa si tienes la familia perfecta… habrá momentos donde la tristeza tocará tu puerta y se la abrirá ella misma, el tocar es nada más que mera cortesía para la mayoría de las personas. Pero quiero que nos adentremos juntos en esta oportunidad en ¿Qué puedo hacer la próxima vez que me invada la tristeza? ¿Cómo podemos evitar su presencia? ¿Podemos evitar realmente su presencia? Veamos.

Quiero hacer la salvedad que no estoy hablando de una tristeza ocasionada por depresión, ojo aquí. Aunque si estás afrontando una depresión o sientes que te estás acercando a ella esta entrada pudiera resultarte útil. ¿Qué es la tristeza? es una emoción, es algo que se siente, no podemos verlo, no es tangible pero nadie sería capaz de poner en duda que la tristeza existe. Es algo que no se puede tocar con las manos y sin embargo cuando la tristeza llegue y sin darte cuenta, de forma involuntaria te abraces a ti mismo vas a saber qué tan tangible puede llegar a ser eso que sientes. Y haré énfasis por si aun no está demasiado claro, la tristeza se hizo para ser sentida, no sirve el ignorarla, podemos distraerla, podemos no abrazarnos a ella, podemos desplazarla, podemos ocultarla tras frases como «estoy bien» pero al final del día ella seguirá presente en un segundo plano a menos que la veamos como una experiencia que forma parte de la vida. Para quienes han visto la película de Inside Out (Intensamente en español) sabrán ya que la tristeza es necesaria y fundamental. Y sí, ya sé que estás pensando… ¿Cómo rayos puede ser que te digan que la tristeza es necesaria en tu vida? Y de eso quiero hablarte específicamente.

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¿Qué puedes hacer la próxima vez que te invadan esas emociones y las lágrimas sean incontenibles?

Pues lo que debemos hacer es vivirla, experimentarla, llorar lo que se tenga que llorar porque las lágrimas sanan, purifican. Y si lo estás sintiendo es porque te duele, y si te duele es porque aun no has sanado, y si aún no lo has sanado entonces te está condicionando tu experiencia de vida a que mires tras unos ojos marcados por las heridas del pasado. ¿Que si duele? Sí. Cada vez que la evades, la lanzas al baúl sin fondo del olvido en tu inconsciente… podrás olvidarte de lo que te lastimó, podrás olvidar quien te lastimó, podrás olvidar todo lo relacionado o eso crees tú, pero llegará el día donde el baúl se llene, imagínate un baúl sin fondo… se llena, para que te hagas una idea de cuantas cosas eres capaz de acumular allí. Y se va a llenar, y es ahí cuando la tristeza hará de las suyas dejando abierto el baúl y todas las heridas ahí contenidas. Mucha gente me ha preguntado cómo pueden hacer para sanar porque según ellos lo han intentado todo… y siempre les respondo lo mismo, hasta que no te enfrentes a tus propias memorias, hasta que no te atrevas a mirar tus propias heridas y no estés dispuesto a removerlas, a vivirlas, a dejar fluir lo que deba pasar, entonces no podrás sanarlas. No hay magia, ni rito, ni hechizo que pueda borrar de ti lo que te ha hecho daño en el pasado. Lo que sí podemos hacer es aprender de esas heridas y mostrarle a tu mente que más allá del dolor que te causa siquiera pensar en ellas, una vez descubiertas, una vez observadas y analizadas por lo que realmente son, una vez desnudadas con el propósito de enfrentarnos al pasado… entonces entenderás cuán prisionero has estado siendo de ellas. En ese instante vas a darte cuenta de la verdadera vida que el universo tiene para ti y que tu mismo has estado perdiendo. Mientras seas esclavo de tus emociones contenidas… muchas áreas de tu vida se bloquearán, si no es que todas eventualmente.

¿Quieres saber qué hacer para evitarla?

Haz cosas que te gusten, haz lo que a ti como individuo te haga vibrar, haz por una vez en tu vida solo lo que tú quieres, lo que verdaderamente va a llenarte el corazón. Ve al cine a mirar una película que no le gusta a nadie más sino a ti, vete a Netflix, Prime, que se yo cual servicio de streaming puedas tener y elige esa película que hace rato te llama la atención pero que sabes que a tu pareja, tus hijos, tus amigos no les interesa ver, y disfruta de ti porque tú eres la relación más importante que tendrás en toda tu vida. Tú. Haz lo que a ti te haga sentir vivo, sal a hacer ese ejercicio que llevas meses postergando porque no tienes tiempo, el tiempo es igual para todos, si quieres, puedes, punto. Y finalmente:

¿Podemos evitar su presencia?

La verdad es que sí, lo que no sé es por cuanto tiempo podrías mantener la hazaña… como dije al principio… llegará el día donde entrará sin más… Y para cuando eso pase ojalá tengas las herramientas necesarias para lidiar con ella o busques la ayuda acorde.

Más allá de lo que estés pasando, quiero asegurarte que no estás solo/a, nunca lo has estado, aunque no te des cuenta, alguien vela por ti. Confía y no te rindas.

Te invito a conocer mi blog, hay muchos temas a tu disposición. Si por el contrario prefieres contenido audiovisual te invito a mi página de face.

Los momentos tristes nos ayudan a darle valor a los buenos momentos, nos ayudan a poner en perspectiva las cosas, además de que le dan valor a la felicidad misma. Es complicado valorar lo bueno de los momentos si no conocemos la otra cara de la moneda. Ha sido un gusto para mi poder compartir este espacio contigo. Nos vemos en la siguiente entrada. ¡Te envío un abrazo bien fuerte desde este rincón del mundo!

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