Algunas personas huyen de lo que les causa dolor, mientras que los triunfadores utilizan esas situaciones como impulso para ir más allá de sus propios límites, en su desempeño profesional, en un avance financiero, en sus relaciones de pareja, en el logro de sus metas.
Hay dos tipos de personas en este mundo desde su esencia, aquellos que van a quedarse paralizados por el miedo, por el dolor, por el trauma, porque sienten que han fracasado… Y luego están los triunfadores, esos que siguen adelante cada día, que usas eso que les causa dolor como razón, como el porqué para levantarse cada mañana y no rendirse, porque mientras más pruebas deban afrontar ¡¡¡más fuerza interior adquieren!!!
¿Qué clase de persona eres? ¿Estás dispuesto a usar eso que hoy te cause incomodidad, eso que hoy te lastima como tu mayor motivación? ¿Cómo la gasolina que te hacía falta para dar el paso que sabes debes dar, que cambiaría tu vida pero que te aterra aún así? Si tu respuesta es no, entonces quizá tu situación aún no te incomoda lo suficiente.
Si tus razones para dar el paso que cambiará tu vida, no son suficientes, no lo darás. A veces las mayores tormentas son la única oportunidad que tienen la mayoría de las personas a darse cuenta que sin ese viento de cambio que solo llegó a abrir camino en sus vidas… Nunca se hubieran atrevido a salir de donde estaban.
Lo repito:
Sin ese viento de cambio que vino a abrir camino… NUNCA SE HUBIERAN ATREVIDO A SALIR DE DONDE ESTABAN. Léelo de nuevo y déjalo reposar en tu mente.
¿Y tú naciste para ser una víctima de tus situaciones o para triunfar a pesar de todo? ¿Eres de los que construye un castillo si la vida te lanza piedras? ¿O eres de los que se lamentan y se preguntan por qué a mí?
¿Estás listo para dejar de ser víctima de las circunstancias y comenzar a triunfar?
Te invito a explorar cómo puedes transformar tu dolor en poder a través de un acompañamiento terapéutico desde un enfoque espiritual. Juntos, encontraremos tus limitaciones y, con mi ayuda, las superaremos.
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