Hoy quiero hablar sobre ese tema que tanto es razón de la mayoría de mis sesiones y terapias. El amor. Ese sentimiento que es capaz de cambiarnos todo con solo una palabra de aliento, un abrazo, un hombro donde apoyarnos.
El amor es lo que me ha motivado a cumplir con mi labor como tarotista, lo que me hizo decidir entregarme a mi camino como terapeuta a través del tarot. Confesaré que en algún momento de mi vida no fue mi prioridad y como a muchos, un día me tocó caer desde lo más alto de mi torre, la que yo misma edifiqué centímetro a centímetro. La vida como sabia maestra supo mostrarme los muchos milagros que tenemos en nuestras manos en el hoy.
¿Me resistí? Como nunca antes lo había hecho, la rebeldía en mí latente para variar.
Pero cuando ya no quedaban sino cenizas pude contemplar el inmenso azul del cielo y el verdadero brillo de las estrellas. Como por arte de magia las lágrimas de tristeza y apego no eran lo único que estarían presentes, pronto la esperanza, los sueños más profundos, las voces encerradas en el baúl de los recuerdos comenzaron a emerger. Mi torre ya no existía, mis muros ya no estaban para protegerme, el miedo a lo desconocido era aterrador. Y solo una sonrisa me hizo ver cuánto había estado perdiendo, por culpa de mi torre, de mi seguridad, de mi estabilidad, de mi zona de confort. Y como iluminación divina recibí uno de los regalos más majestuosos e irrepetibles
Mi armadura oxidada, cubierta de heridas de guerra, mis logros reducidos a polvo, mis murallas hechas pedazos, la incertidumbre ganando territorio y nuevamente esa sonrisa como faro entre las tinieblas… ¿Qué debo hacer? Seguir tu luz, me atraías como un imán. Mis miedo multiplicados al mil, el latido del corazón… desbocado! El temblor en mis manos queriendo alcanzarte. Por un momento el miedo ya no tenía poder sobre mí. Los sueños olvidados salían a flote y mi armadura ya caía frente a mis ojos. El resplandor del amor era tan cálido, tu sonrisa ya era mi norte sin siquiera ser consciente de ello. Recorrer la distancia para encontrarme con tus manos, sentir ese abrazo capaz de derretir todo el hielo en mi corazon. Tu sola presencia me hizo no caerme a pedazos… Me mantuvo en pie aunque no tuviera idea de cómo, cuándo o porqué. Por un instante las preguntas dejaron hasta de tener sentido en mi cabeza, solo tú presencia al otro lado del abismo importaba. Esa mirada llena de afecto, que irradiaba amor, comprensión se hizo necesaria en mi vida… Habría entregado todo en ese preciso instante por poder alcanzarte, superar la distancia, saltar el abismo. Por esos ojos que por primera vez en toda una existencia me hacían sentir verdaderamente amada, me hacían sentir protegida, que ya no estaba sola. Que todos mis pecados habían sido redimidos
¿Habrá sido un ángel? ¿Un sueño tal vez? ¿Habrá sido real? ¿¿¿Un hombre que ame mis peores demonios, que baile bajo mis tormentas y que me espere pacientemente a que se calmen mis aguas???
Sé que la energía del universo no se equivoca, que el destino existe,
que cada uno fue puesto en esta tierra en el lugar exacto donde HOY estás, donde hoy estoy para cumplir un propósito mayor. De esos que no podremos comprender quizás nunca, de las vías misteriosas que tiene la vida para enredar y a su vez despejar el camino para aquello que no se ve, pero se siente, eso que nos recuerda lo vivos que estamos. Amor. Y es que para ser felices a veces basta con poder mirar a nuestro alrededor desde una perspectiva de sanación para darnos cuenta que todo lo que alguna vez nos hizo falta para ser felices, ha estado ahí y lo seguirá estando.
A veces la mejor sanación de nuestras heridas es un alma bondadosa que nos muestre cuán valiosos somos. Ya no es necesario llevar una armadura, porque el amor está de nuestro lado, ver el mejor lado de la vida está en nuestras manos, a cada paso que damos. Si la vida nos hizo caer fue porque había algo MUY IMPORTANTE que debíamos ver… Ojalá puedas verlo así como yo hoy puedo hacerlo.
Recuerda que la vida puede ser tan bella o tan dura como tú así lo decidas. Y ese hombre, sí existe, se llama pareja ideal. ¿Y tu ya sabes cómo quieres que sea tu pareja ideal?
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