¿Sabes en qué consiste sanar? En sentir, en quitarnos las máscaras, en abrazarte a ti mismo tal como eres, sanar es reconocer que te lastimaron, es reconocer ante ti mismo que eres un ser humano que siente, que padece. ¡Sanar es olvidar que existe el ego, el orgullo! Esos dos personajes no tienen vela aquí.
Sanar tampoco es para cualquiera, es para valientes. Casi siempre me refiero a la carta de la torre para hacer la descripción gráfica porque sanar tiene que ver con caer desde tu punto más alto. De perderte en las profundidades de ti mismo hasta llegar a no saber quién eres, hasta no poder reconocer a la persona en el espejo. Sanar es el colapso de una vida entera de emociones contenidas, de cosas nunca dichas, de lágrimas aguantadas por un represa que cada año se agrieta más pero a pesar de eso NO CEDE. Sanar es ver TODO lo que has construido… caer destrozado a tus pies. ¿Y sabes qué? Te lo voy a poner más crudo todavía. Sanar es decidir agrietar TU mismo, la presa que mantiene cautivo a tu verdadero ser, que tiene encadenados los secretos de tu esencia, de tu alma! Y… Es acabar tirando la presa para que finalmente lo que debió haber fluido hace años, salga a la luz.
Ahora te pregunto, tú crees que alguien que ha estado atrapado, sumido en la oscuridad de una habitación sin ventanas, sin puerta, sin NADA… ¿Cómo un ser así puede salir a la luz y no quedarse ciego la primera vez que mira los rayos de sol? Porque eso es exactamente lo que pasa cuando te dejas ¡FLUIR Y TE PERMITES SENTIR! Es algo abrumador, desquiciante hasta cierto punto, transformador. Y si tienes la fuerza para superarlo, si tienes la fuerza para querer sanar y hacerlo. Es una transformación de vida absoluta porque NO en modo figurativo, algo en ti murió… Algo verdaderamente dejó de existir. ¿Y sabes que es lo que dejó de existir? Tu dolor, tu tristeza, tus arrepentimientos, tus miedos, tus limitaciones, tus creencias impuestas…
Sanar es un proceso desastroso de subidas y bajadas al estilo de una montaña rusa. Además es algo que NADIE ¡¡¡Absolutamente nadie puede hacer por ti!!! Solo tú lo puedes hacer y ¡debe ser una decisión! Tu decisión! El ave fénix se prepara para resurgir de sus cenizas. Y sin darte cuenta, sales a la calle y el corazón ya no duele tanto, las cicatrices se han empezado a atenuar, tus ojos tienen un brillo mezcla de melancolía y serenidad. Ya no sonríes por obligación, y los detalles pequeños ahora te sacan las sonrisas más genuinas.
Sesión terapéutica
Espacio para conversar, desahogarse, sanar heridas! Me apoyo en mi tarot para descubrir eso oculto a simple vista que no permite avanzar.
«Sanar es un proceso desastroso de subidas y bajadas al estilo de una montaña rusa. Además es algo que NADIE ¡¡¡Absolutamente nadie puede hacer por ti!!!…»
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Sientes el amor en el aire, y la vida se transforma en un lugar mucho menos oscuro que antes y empiezas a vivir cada segundo como si fuera el último, de repente ya no quieres perder tiempo porque sabes que ya no hay tiempo que perder, la vida es hoy, es ahora.
¡Gracias por leerme! Por haber llegado hasta aquí. Por permitirte este momento tan privado de asimilar cada palabra. Si consideras que es el momento de darle un giro a tu vida, entonces haz clic aquí. Soy una mujer, soy madre, soy un ser humano que transita por este mundo al igual que tú, luchando batallas que nadie más conoce, a veces llorando en silencio, otras alcanzando pequeños-grandes logros que nadie más va a entender. Te invito a que te atrevas a mirar el mundo desde un perspectiva más suave, más dulce.
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